- Argentina es el país con mayor cantidad de enfermos en el mundo en términos absolutos. A pesar de los avances en las últimas décadas, la transmisión materno-infantil sigue sin estar controlada. ¿Cómo trabajan profesionales y especialistas?
En mayo de 2019, durante la 72ª Asamblea Mundial de la Salud realizada en Ginebra, se acordó establecer al 14 de abril como el Día Mundial de la Enfermedad de Chagas, con el objetivo de visibilizar la problemática y trabajar para lograr la detección precoz, una amplia cobertura de diagnóstico y un equitativo acceso al tratamiento.
En América Latina, cerca de 7 millones de habitantes padecen esta patología, mientras que en Argentina se estima que casi 1,5 millones de personas se encuentran afectadas.
La enfermedad fue descubierta en 1909 por un médico sanitarista brasileño, Carlos Justiniano Ribeiro das Chagas, mientras trabajaba en una campaña antimalárica en el estado de Mina Gerais. En pocos meses, logró descubrir el parásito, y trabajar sobre el vector: la vinchuca.
Ignorado por los políticos de turno, Carlos Chagas falleció sin obtener en vida ningún reconocimiento por su descubrimiento. Pocos años después, en Argentina, el médico Salvador Mazza seguiría sus pasos y avanzaría en la investigación de la patología en el norte del país, con sus viajes a las provincias de Salta, Jujuy y Santiago del Estero, entre otras.
¿Cuál es la situación actual de la enfermedad en Argentina? ¿Cómo se transmite? ¿Cuáles son las provincias más afectadas? ¿Cuán complejo es su diagnóstico y cuán costoso su tratamiento? ¿Por qué aún no pudo ser erradicada?
Dedicación y compromiso.
Cuando tenía 16 años, y mientras sus amigos vacacionaban en Villa Gesell, Héctor Freilij prefería visitar Catamarca o La Rioja e imaginarse de adulto, ayudando a los sectores más vulnerables a través de la asistencia sanitaria. Luego, comenzó sus estudios en Medicina, fue ayudante de cátedra de la materia Microbiología, se especializó, viajó, investigó y coordinó durante tres años el Plan Nacional de Chagas. Es referente y fuente de consulta obligada en la materia.“Comencé a investigar sobre esta enfermedad porque luego de terminar la residencia de pediatría en el Hospital Ricardo Gutiérrez me di cuenta de que la palabra ‘Chagas’ no existía en el vocabulario médico. No estaba presente como diagnóstico diferencial ni como pensamiento profesional, nadie la investigaba, no se hacían estudios en los donantes de sangre”, recuerda sus inicios.
El reconocido pediatra, con más de 90 trabajos publicados en revistas extranjeras, describe tres maneras de contraer la enfermedad: a través de la picadura de la vinchuca, o sea, el vector; mediante la transmisión vertical madrehijo, antes o durante el parto; y por transfusión de sangre, del donante al receptor. Los tres tipos de casos, sostiene, podrían estar controlados si se realizara un trabajo profesional y constante en el tiempo.
“Para atacar al vector se debe rociar con químicos casa por casa en las zonas más afectadas del país. Hay que prestar atención a los focos de las vinchucas, como son los gallineros, y luego repetir el proceso a los seis meses. Pero después hay que tener una atención permanente, ya que gran parte del campo está copado por vectores; si no hay vigilancia epidemiológica constante las casas se vuelven a infectar. Esto funcionó, en mayor o menor medida, dependiendo de la gestión de turno”, relata Freilij.
En la actualidad, las provincias más afectadas son Formosa, Chaco y Santiago del Estero, aunque debido a la migración de las poblaciones rurales existe circulación interna en casi todas las jurisdicciones. Algunas, que tenían baja carga de vectores (Río Negro, Neuquén, San Luis, La Pampa, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Misiones), lograron cortar ese tipo de transmisión, aunque persisten aún las otras dos causas de contagio. La región del AMBA tampoco está exenta y presenta miles de casos de Chagas.
La importancia de un tratamiento temprano es un punto en el que coinciden todos los especialistas.
Freilij remarca la comprobación de que el proceso parasiticida en adolescentes y mujeres en edad fértil evita la transmisión de la enfermedad al niño por nacer. A su vez, en la misma línea, refuerza la obligatoriedad de realizar el diagnóstico a las embarazadas para abordar rápidamente al bebe recién nacido.
“Combatir esta enfermedad es una decisión política; ni siquiera existe la excusa presupuestaria: es barato el diagnóstico y el tratamiento.El Chagas no molesta por la falta de reclamos de los pacientes y su casi nula visibilidad. Como sabemos, muchos funcionarios responden a quienes los ponen en evidencia. Cuando aparece el dengue, las coberturas periodísticas y los rociadores enfocan solo hacia allí”, cierra Freilij.
Las acciones del tercer sector. Además del trabajo de los profesionales de la salud en el sector público y privado, existen otros espacios que depositan su compromiso en la lucha contra el Chagas. Un caso es la fundación Mundo Sano, creada en 1992 con el objetivo de reducir el impacto de las enfermedades desatendidas que afectan, principalmente, a las poblaciones más vulnerables. Sus primeros trabajos territoriales se enfocaron en la prevención y la eliminación de la transmisión vectorial. Actualmente, las acciones están focalizadas en el diagnóstico y tratamiento.
Marcelo Abril, director Ejecutivo de la fundación, describe el proceso: “Hacer el diagnóstico y brindar el tratamiento es relativamente sencillo, pero para eso hay que informarse y realizarlo lo antes posible. Solo el 30% de las personas con Chagas desarrolla patologías de carácter cardíaco o digestivo. Como el tratamiento hay que realizarlo antes de que se desarrollen esos síntomas, es clave ir a buscar los casos uno por uno. Cuanto antes se ataca la enfermedad, mejores son los resultados”.
En los últimos años disminuyó la transmisión vectorial, pero tomó relevancia la transmisión materno-infantil. Por eso, desde 2019 la fundación impulsa la campaña “Ningún bebé con Chagas”. Una de las experiencias más interesantes la lleva adelante en el chaco salteño (en lo que se denomina la triple frontera con Bolivia y Paraguay), donde trabaja con pueblos originarios y poblaciones rurales realizando el diagnóstico a embarazadas para su posterior tratamiento. Ya efectuaron 2.357 controles, de los cuales 102 resultaron positivos, y se aplicaron los correspondientes tratamientos tanto a las madres como a los recién nacidos que están infectados.
Abril comenta, también, que el tratamiento requiere solo de la toma de unos comprimidos durante 30 o 60 días, dependiendo del caso, y remarca que su eficacia es mayor y más veloz en la población pediátrica que en la adulta. “A veces hay que esperar años para negativizar la cantidad de anticuerpos en sangre, mientras que a nivel pediátrico esa negativización es mucho más rápida”, sostiene, y vuelve a resaltar la importancia del tratamiento a la mujer en edad fértil para eliminar por completo ese tipo de transmisión.
“Hay que dar a conocer más la enfermedad. Falta información y acción. Información a la población, para plantear la duda de si pueden tener Chagas y demandar atención; y acción por parte de los sistemas sanitarios para ofrecer la atención adecuada y para que los profesionales de la salud piensen en el Chagas. Es un trabajo doble: alentar la oferta de atención y despertar la demanda de atención”, afirma Abril, con la convicción de que hay un trabajo importante por hacer.
Una ley para la prevención
En abril de 2022, luego de casi 15 años de su sanción en el Congreso, se reglamentó la Ley 26.281 de Prevención y Control de todas las formas de Transmisión de la Enfermedad de Chagas.
La misma declara de interés nacional y carácter prioritario el trabajo contra esta enfermedad, hasta su definitiva eliminación en todo el territorio nacional.
Entre los puntos más destacados, la norma impulsa la obligatoriedad de realizar los diagnósticos a mujeres embarazadas y a donantes y receptores de órganos y sangre; prohíbe solicitar las reacciones serológicas en los exámenes preocupacionales para los aspirantes a empleos; incorpora en la currícula educativa un programa sobre Chagas; y penaliza los actos de discriminación y las omisiones vinculadas a la enfermedad.
*Suplemento Acciones Diario Perfil.