El 10 de marzo de 2017 participamos en el XVIII Taller sobre la enfermedad de Chagas “Avances en tratamiento y la atención de la enfermedad de Chagas”, organizado por IS Global. Este encuentro anual reúnió a la comunidad científica de Latinoamérica y España para analizar los últimos avances en el tratamiento y la atención de esta enfermedad.
Marcelo Abril, Director de Programas y Proyectos de Mundo Sano, formó parte del Comité Científico y participó de la organización de la actividad.
Además, durante la jornada, Miriam Navarro del equipo de Mundo Sano en España, formó parte del Grupo de trabajo #2 “Atención Integral al paciente con Chagas” junto a Mariana Sanmartino de CONICET.
Entre las conclusiones del Encuentro se destacó la Ausencia de biomarcadores: “Este dato de la falta de nuevos tratamientos ya indica el estado de abandono que la comunidad científica ha tenido a la enfermedad de Chagas. A ello debe sumarse que no disponemos de biomarcadores tempranos de eficacia terapéutica en la práctica clínica diaria: en los casos en los que los fármacos funcionan, hay que esperar diez o quince años para comprobarlo mediante el descenso de la serología”, ha recalcado el investigador Dr.Joaquim Gascón, jefe del servicio de Salud Internacional del Hospital Clínico de Barcelona y director de la Iniciativa de Chagas de ISGlobal.
En el taller se presentaron los datos de un ensayo clínico piloto que probó en 47 pacientes la eficacia de fexinidazol, un nuevo medicamento que también se está testando en otras enfermedades como la leishmaniosis y la tripanosomiasis africana. Los resultados presentados fueron calificados por el doctor Gascón como “agridulces”, con buenos datos de eficacia, pero discretos en cuanto a seguridad. En la actualidad, el tratamiento se basa en benznidazol y nifurtimox, medicamentos descubiertos hace más de cincuenta años. Existe además otro estudio multicéntrico con biomarcadores serológicos de eficacia terapéutica, que lleva a cabo la red NHEPACHA (siglas de Nuevas Herramientas para el Diagnóstico y la Evaluación del Paciente con Enfermedad de Chagas), integrada por 13 grupos de nueve países. Un tercer trabajo en marcha está centrado en la predicción de la eficacia del tratamiento mediante cambios precoces en respuestas de las células T y B parásito-específicas.
Retos pendientes
“Cuando la enfermedad de Chagas apareció en España –hace unos diez años– fue todo un reto, porque era completamente desconocida y hubo que realizar cambios legislativos, en temas de transfusiones de sangre y trasplante, dos vías potenciales de transmisión del parásito. Ahora somos el país europeo más afectado y quedan temas por abordar para cerrar el círculo del control de la transmisión: deben ponerse en marcha protocolos para prevenir la transmisión de madre a hijo, porque solo existen en Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia y Andalucía”, ha apuntado Gascón.
Otro reto pendiente, según su criterio, es adecuar el sistema de salud a la atención de los alrededor de 50.000 pacientes afectados. Se calcula que, al menos, un 30-40% de ellos sufre problemas cardiacos o digestivos, por lo que el abordaje implica a diferentes especialidades médicas como Atención Primaria, Cardiología, Digestología o Infectología. En su opinión, el abordaje debe ser tanto médico como global, combatiendo el estigma.
“Los insectos que causan la enfermedad en Sudamérica están presentes en el imaginario colectivo en casitas de adobe en entornos rurales no integrados en el mundo moderno. La sociedad lo acepta como un problema existente que no tiene solución. El desafío hoy, después de muchos años de trabajo continuado, es reducir los riesgos de la transmisión vectorial (del insecto al ser humano): hay zonas ya libres de riesgo y otras con riesgo moderado, tanto en ámbitos rurales como urbanos” ha advertido Marcelo Abril, director de Mundo Sano en Argentina.
La enfermedad de Chagas es una enfermedad parasitaria tropical. La Organización Mundial de la Salud la ha incluido entre la lista de las 17 enfermedades tropicales desatendidas (llamadas NTDs, del inglés Neglected Tropical Diseases). Está causada por un microorganismo, el protozoo Trypanosoma cruzi, un parásito transmitido por un insecto bien conocido en Latinoamérica como es la vinchuca. Otras vías de transmisión son de madre a hijo, por transfusiones de sangre o por trasplante de órganos.
Es endémica en Sudamérica, Centroamérica y México y, a causa de los movimientos de población, la enfermedad se ha extendido a lugares no endémicos como Estados Unidos, Europa, Canadá, Japón y Australia. Se calcula que 1 de cada 4 latinoamericanos en Europa está afectado por enfermedad de Chagas, unas 55.000 personas en España. La enfermedad causa unas 7.000 muertes al año, porque hasta un 30% de los enfermos presentan alteraciones cardiacas y hasta un 10% padecen alteraciones digestivas, neurológicas o combinadas.
La importancia de la detección temprana de esta enfermedad olvidada y la necesidad de tratarla con las herramientas disponibles, ha centrado los debates del XIII Taller sobre la enfermedad de Chagas, celebrado el pasado día 10 de marzo en la facultad de Medicina de Barcelona gracias a la colaboración del ISGlobal y Mundo Sano.
Altísima tasa de infra-diagnóstico: Argentina tiene el triste récord de ser el país del mundo con más personas infectadas por Chagas, 1.600.000 aproximadamente, lo que supone 1 de cada 25 argentinos. Y menos del 1% recibe el tratamiento. “Por tanto, es inaceptable que, habiendo desde hace años herramientas de diagnóstico y tratamiento –que todavía pueden mejorarse–, no estén al alcance de la población afectada por Chagas”, comentó Marcelo Abril, Director Ejecutivo de Mundo Sano.
El infra-diagnóstico de la enfermedad de Chagas en el mundo es del 99%. España es, según el profesor Gascón, “uno de los países donde más se diagnostica y trata la enfermedad de Chagas, con la paradoja de que se trata más que en varios de los países endémicos de la enfermedad. Y, aun así, el infra-diagnóstico es del 95%”.
Una de las principales dificultades para mejorar estos porcentajes es que el Chagas es una enfermedad crónica, que da síntomas muy inespecíficos en órganos como el corazón o en el aparato digestivo. “Por eso es difícil pensar en ella y, al ser crónica, a pesar de que se elimine el parásito, cuando hay un daño estructural que continúa allí. Por eso son tan necesarios los biomarcadores”, ha recalcado Gascón.
“Contar con nuevos biomarcadores facilitaría la puesta en marcha de estudios para desarrollar nuevos fármacos o de mejores esquemas de administración de los fármacos existentes para maximizar la eficacia terapéutica y minimizar los efectos secundarios indeseados de los tratamientos”, ha añadido Marcelo Abril. Estos efectos secundarios –según Gascón– son numerosos y de muy diverso tipo y son tolerables. Pero causan, en un 15% de casos, que el tratamiento deba interrumpirse.
Objetivos claros: Para el director de Mundo Sano, quedan discusiones científicas pendientes, “pero eso no tiene que confundir el objetivo presente: hay evidencia científica de la eficacia de los medicamentos disponibles, especialmente en niños y jóvenes. Y tratar también a las mujeres en edad fértil, porque elimina en ellas la infección chagásica y es una medida de prevención para que las futuras generaciones nazcan con Chagas, porque la transmisión se produce de madre a hijo. Todos tenemos que involucrarnos con el desafío para cambiar esta realidad y dejar en el pasado esta injusticia de no poder a disposición de la gente el acceso al diagnóstico temprano y al tratamiento”.
“El Chagas es una enfermedad que debe detectarse y tratarse de forma temprana, porque se evitan desarrollos de complicaciones. Y, en el caso de las mujeres de edad fértil, en un gran porcentaje de casos, la transmisión de madre a hijo. Es la hora de actuar, no podemos esperar”, sentenció el Dr. Gascón.
Conocé el programa y más Info. en tallerdechagas.isglobal.org