Esta enfermedad, que hoy celebra su Día Mundial, se transmite por la mordedura de un parásito y es endémica en América Central y del Sur

Desconocida todavía para una parte de la población, pero con una enorme prevalencia en América Central y del Sur, la enfermedad de Chagas es, casi con toda seguridad, la infección parasitaria importada más común en España. Más de 50.000 personas pueden sufrirla ahora mismo, aunque el 70% de ellas ni están diagnosticadas ni reciben tratamiento, según el último gran estudio sobre Chagas, realizado hace un año por el IS Global de Barcelona. Pero estos datos son estimaciones porque los países no disponen de medidas de control en los bancos de sangre y de órganos o en los servicios de atención antenatal, los lugares donde debe buscarse este parásito.

Hoy se celebra el Día Mundial de la enfermedad de Chagas, que debe su nombre al científico que la descubrió en 1909, el Carlos Ribeiro Justiniano Chagas, es una infección causada por el parásito ‘Trypanosoma cruzi’ (T. cruzi) que se propaga sobre todo a través del insecto llamado vinchuca que actúa como vector. Este insecto «es muy común en el medio rural de Latinoamérica y se esconde en las grietas de las casas de adobe o de paja, lo que hace que la enfermedad se vincule a zonas con altos niveles de pobreza», explica Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca.

La enfermedad no se transmite directamente por la mordedura del vinchuca, sino de otro extraño modo. «Al picar a una persona y succionar la sangre, el intestino del vinchuca se hincha y le obliga a defecar, y de esa forma los parásitos se depositan en la piel de la víctima, que al rascarse, permite que el parásito entre en los tejidos», agrega Rivas. Ni en España ni en Europa existe el vinchuca, pero la enfermedad también se transmite de madre a hijos o a través de una donación de sangre u órganos. Los síntomas de Chagas son fiebre, hinchazón, tos, lesiones cutáneas y dolor abdominal o de cabeza, y aunque el 70% de los infectados puede seguir con una vida normal, un 30% sufrirá consecuencias, en muchos casos irreversibles, en el sistema nervioso, en el digestivo o en el corazón.

«No sabíamos casi nada»

Hasta hace quince años, el Chagas era una enfermedad «prácticamente desconocida en España», cuenta el doctor Manuel Segovia, jefe del Servicio de Microbiología y Medicina Tropical del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. «No sabíamos casi nada y en los propios países endémicos se minimizaba su importancia», recuerda. Pero la llegada de inmigrantes latinoamericanos obligó a acelerar el conocimiento. Murcia se convirtió en una comunidad pionera en el tratamiento de Chagas y Bolivia en el territorio de origen más vigilado: el 54% de los casos se han detectado en personas que provienen de este país, según el IS Global, y el perfil de los pacientes son mujeres de entre 20 y 40 años que provienen de las regiones bolivianas de Santa Cruz y Cochabamba. «Me diagnosticaron de Chagas durante mi primer embarazo. Mi hija nació con la enfermedad aquí en Murcia y estuvo varias semanas en la UCI de neonatos. Pero ahora estamos bien», rememora una paciente, que explica que en Santa Cruz «había muchas vinchuchas» y sus padres «las mataban cuando las veían».

«Desde 2007, cuando creamos la Unidad de Medicina Tropical en Murcia, comenzamos una búsqueda activa de pacientes, informando de los riesgos de la enfermedad y ofreciendo tratamiento», recuerda Segovia. De esta forma, en Murcia se han detectado en los últimos años 1.200 mujeres infectadas y se ha tratado a 2.000 pacientes en total. En los últimos cinco años, ningún niño ha nacido con esta enfermedad en la Región mientras que en el periodo 2007-2017 fueron 21.

El siguiente paso es que el Chagas adquiera también relevancia en los centros de salud, lo que permitirá mejorar su detección y acelerar el tratamiento. «Tanto en España como en América Latina estamos comprometidos a desestigmatizar el Chagas, sacarlo de las sombras de la medicina tropical y llevarlo a la atención primaria, donde cualquier médico pueda hacer una prueba y sepa cómo tratar y curar a un paciente si sale positivo, sobre todo a las embarazadas y a los bebés», asegura Marina Gold, miembro del Patronato de la Fundación Mundo Sano, una entidad argentina que trabaja para la prevención y el control de las enfermedades transmisibles.

«En un país donde no existe el vector no es extraño que los profesionales de la salud no tengan al Chagas muy presente, pero la mejor forma de prevenir cualquier enfermedad es con educación, información y comunicación y por eso es importante trabajar para que el sistema de salud esté preparado para atender a las personas que sufren esta infección», resalta Gold.

 

Argentina, 14 de abril de 2023.

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