En Argentina, 1.600.000 personas están infectadas con el mal de Chagas y 7 millones en el mundo. Una de las formas más comunes de contagio es la transmisión madre a hijo durante el embarazo y, para erradicarla, la fundación «Mundo Sano» impulsa la campaña «Ningún bebé con Chagas» a nivel mundial. La importancia de las vacunas.

En pleno siglo XXI todavía existen enfermedades “desatendidas”, ligadas íntimamente con la pobreza, que afectan a varias zonas geográficas del globo terráqueo y, especialmente, a Iberoamérica. Una de esas patologías es el Chagas -o también conocido como el mal de los rastrojos- y quien motoriza la campaña mundial para erradicarla es una argentina: la doctora Silvia Gold, presidente de la fundación “Mundo Sano”.

Una de las principales formas de contagio es de madre a hijo durante el embarazo y, para erradicarla, se lanzó la campaña mundial “Ningún bebé con Chagas” que busca visibilizar la patología para que las mujeres en edad fértil accedan al diagnóstico y al tratamiento temprano. Cada año nacen, aproximadamente, 9 mil bebes infectados con Chagas. El objetivo es que, para 2030, ya no exista ese tipo de contagio. Un fragmento del diálogo que mantuvo la profesional con LA CAPITAL vía telefónica:

-¿Cuales son las enfermedades desatendidas, como el chagas?

-La Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó un grupo de enfermedades que afectan a mucha gente, se calculan 1.500 millones de personas en todo el mundo, o sea 1 de cada 6 personas tiene por lo menos una. En general afectan a la gente más pobre y muchas de ellas con poca atención. Las diferenciamos de las raras porque no son raras, muchas personas las padecen.

-¿Cuántas personas infectadas con chagas hay en el país?

-En Argentina hay infectadas 1.600.000 personas con chagas y se calcula que son 7 millones en el mundo.

-¿Cuales son las personas que están en riesgo?

-Están en riesgo porque viven en zonas en las que puede estar el vector, por eso ponemos el foco en que se traten esas personas.

-¿Cuales son los factores de riesgo?

-Son todas enfermedades que afectan a gente pobre, por distintas condiciones como mala vivienda, falta agua corriente o baño. En particular, en el país, el chagas se contagia de distintas maneras, como por picaduras de insectos que acá se llama vinchuca y que existe en determinadas zonas del país. Otra forma es por bancos de sangre pero está muy controlado, por trasplante pero también está controlado, pero una -que es la más importante- es que el bebé herede la infección de su mamá y se la pase. Eso queremos evitar.

-¿En qué consiste la campaña?

-Consiste en visualizar, tratar de hablar del tema, que se dé a conocer, que los médicos busquen el chagas y que los pacientes pidan atención cuando crean que lo tengan, que se hable más del tema que afecta a mucha gente y está tan callado.

-Usted dice que los controles ginecológicos pueden detectarla prematuramente.

-Sí, con una prueba de sangre, que se hace en un laboratorio de análisis clínicos, se sabe perfectamente.

mal de chagas

Producción

La campaña “Ningún bebé con chagas”(www.ningunbebeconchagas.com) apunta a visibilizar la enfermedad y curarla a través del tratamiento, con el objetivo que para 2030 no nazca ningún niño infectado.
El fármaco de referencia para tratarla es el benznidazol, que se produce en Argentina para todo el mundo, mientras que en España se fabrica especialmente para Estados Unidos.

La producción se realiza a través de un consorcio público-privado, ya que la fundación “Mundo Sano” y otros profesionales lograron incluir la patología en la declaración de Londres sobre las enfermedades desatendidas.

-¿Dónde se lanzó la campaña y cual es la ubicación geográfica de la mayor cantidad de infectados?

-El primer lanzamiento fue en Madrid, en la sede de la Secretaría Iberoamérica, porque es una enfermedad especialmente localizada en América y por la inmigración en Estados Unidos, que tiene 350 mil personas infectadas. En España se calcula que son más de 50 mil. Iberoamérica es un espacio para tomar el problema con prioridad. El objetivo es que en 2030 no nazcan bebés infectados.

-Usted y la fundación generaron sinergia para el trabajo conjunto entre el sector público y privado, ¿cómo lo lograron?

-Nosotros tenemos mucha experiencia en la cooperación público-privado, se logra con respeto, con paciencia, cada uno escuchando al otro. Hay mucho para ganar con buenas cooperaciones, tenemos una larga trayectoria en haber logrado éxitos en cooperaciones público-privadas, respetando básicamente que haya conducción y que cada uno ponga lo mejor.

-¿Cree que faltan campañas informativas desde el Estado?

-Pienso que es útil en este momento, se están haciendo campañas pero se pueden hacer más. Están dadas las condiciones. Antes faltaban cosas, se ha evolucionado en esta enfermedad, que el medicamento esté disponible es fundamental. Hoy se han hecho públicas las guías de tratamiento, había mucha discusión en qué se hace, qué paciente se trata y cómo. Hoy todo eso son guías publicadas. La Secretaría de Salud de la Nación lo publicó, primero lo hizo la Organización Panamericana de la Salud en diciembre de 2018 y en marzo de 2019 la Secretaría de Salud de la Nación. Está dado el contexto para poder hacerlo, si no sin medicamento disponible y sin claridad sobre qué se hace con un paciente infectado no era tan fácil promocionar mayor visibilidad.

-Como mujer de la ciencia, ¿qué opina sobre el movimiento antivacunas que surgió a nivel mundial?

-Opino que es una barbaridad, no escuché nunca un fundamento científico razonable contra todo lo científico que sí escuché a favor de las vacunas. Creo que pocas cosas han producido un cambio tan grande en la salud de la humanidad como las vacunas. Además creo que es una responsabilidad social, porque cuando uno no vacuna a su hijo lo expone y también a los otros. Creo que la vacunación tiene que ser obligatoria, que todos los chicos y adultos tienen que vacunarse. Las vacunas son una poderosa prevención de enfermedad, no conozco otra más poderosa.

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