Para que no haya casos de dengue es fundamental la prevención, especialmente porque aún no está disponible una vacuna que proteja contra esta enfermedad. Si bien en pocos casos puede resultar mortal, sus consecuencias pueden ser potencialmente mortales.
El dengue es una enfermedad viral, transmitida por el Aedes aegypti. El contagio ocurre cuando un mosquito pica a una persona infectada y luego a una persona sana. La enfermedad no se contagia de persona a persona.
Si bien algunos síntomas pueden ser confundidos con una gripe, se manifiesta con algunos de estos signos: malestar general, fiebre elevada (40°), dolor de cabeza muy intenso y detrás de los ojos, dolor en los músculos y articulaciones, diarrea, vómitos, náusea, pérdida del apetito y manchas en la piel. Ante la presencia de uno o más de estos síntomas se debe consultar al médico.
Ante un posible caso de dengue, es importante actuar rápido para evitar la proliferación de nuevos casos. La principal medida para prevenir la transmisión del virus es luchar contra los mosquitos. Esto significa controlar su presencia y eliminar los criaderos. Además, una vez diagnosticado un caso de dengue es importante aplicar insecticidas en el domicilio del paciente y en sus alrededores, para eliminar el riesgo de transmisión.
Para evitar la reproducción del mosquito es muy importante tener en cuenta medidas de prevención básicas como mantener con tapa los tanques de agua, evitar la acumulación de agua en techos, toldos y canaletas; descartar los recipientes vacíos que ya no se usan; evitar la acumulación de agua en el interior de baldes y piletas en desuso; cambiar el agua de jarrones y floreros por lo menos una vez por semana, y renovar periódicamente el agua de los bebederos de las mascotas. Estas medidas pueden ir acompañadas de otras complementarias como colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y usar espirales eléctricos o tabletas insecticidas en el interior de viviendas.
Lo fundamental es que la sociedad tenga siempre una conducta orientada a la prevención, con el objetivo de evitar la proliferación del mosquito transmisor de la enfermedad.