Este virus de origen africano ya se extendió a Europa, América central, Venezuela y Brasil. En Argentina se han registrado casos de pacientes infectados, provenientes del exterior. Pero existe el riesgo de que en poco tiempo haya casos autóctonos. Lo transmite el mismo mosquito que el dengue. Cuáles son sus riesgos, sus síntomas y cómo prevenirlo.
El «Chikungunya» es un virus que provoca una enfermedad cuyos síntomas fueron descriptos durante la década del ´50, cuando se identificaron en África los primeros casos. «La palabra proviene de un dialecto hablado en la región donde fue aislado el patógeno. Y provoca una fiebre cuyos dolores son tan agudos que hacen encorvar a la persona que lo sufre. Justamente significa aquel que se encorva,” explica la doctora Delia Enría, Directora del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas, Doctor Julio Maiztegui, dependiente del ANLIS, en Argentina.
Según los infectólogos es un virus emergente que, normalmente, circulaba en las zonas silvestres de África, hospedado en diversas especies animales. «Pero cuando el hombre se introdujo en esas regiones alejadas, por circunstancias como conflictos armados y hambrunas, saltó de los reservorios salvajes al hombre» detalla el doctor Alfredo Seijo, Jefe del Servicio de Zoonosis del Hospital de Infecciosas Francisco Muñiz, de la ciudad de Buenos Aires.
Y agrega: «en las primeros años fue un problema local, pero en poco tiempo se volvió un tema global». En 2007 aparecieron pacientes en Italia y en el 2013 se lo identificó en República Dominicana y en Haití. Hoy, ya hay gran cantidad de casos autóctonos en El Salvador, Colombia, Venezuela y el norte de Brasil.
El Chikungunya comparte el mismo vector de transmisión que el dengue -el mosquito Aedes Aegypti-. Sin embargo se propaga en forma muy diferente: «el dengue tuvo una expansión lenta ya que se extendió por los países de América a lo largo de una década. En cambio el Chikungunya ‘crece’ y ‘salta’ en forma explosiva de país a país», se preocupó Seijó.
La situación en Argentina
Argentina, por ahora, está ubicada en la lista de las naciones que registran casos entre turistas que viajaron, por ejemplo a República Dominicana, donde fueron picados por mosquitos que contenían el virus y la enfermedad se expresó tras su regreso. Es lo que los epidemiólogos denominan «casos importados».
Y es muy importante distinguir estos casos de los «autóctonos», que ocurren cuando hay circulación viral en el país. Desde el punto de vista epidemiológico, esta situación es mucho más compleja y peligrosa para la salud pública.
«Actualmente, en base a los informes sobre el avance de esta enfermedad, es probable que -ya en 2015- comencemos a encontrar casos autóctonos de personas contagiadas con virus Chikungunya en Argentina», pronosticó Seijó.
En eso coincide la doctora Enría: «La salud pública corre un riesgo importante, ya que es un virus que tiene una expansión explosiva. Y genera un cuadro de síntomas que pueden afectar mucho a la persona infectada por períodos de hasta cuatro semanas, al punto de hacer colapsar un sistema de salud pública no preparado».
Ante este panorama una de las prioridades fijadas por las autoridades sanitarias es detectar su presencia lo antes posible. «En el Instituto Maiztegui ya hemos puesto a punto técnicas para identificarlo y las estamos difundiendo por todo el país. La idea es que toda la Red Nacional de Laboratorios que hoy ya pueden hacer diagnósticos de dengue también estén en condiciones de identificar casos de Chikungunya».
Prevención
Las precauciones contra este virus son similares a las que suelen darse para protegerse contra el dengue.
Marcelo Abril, Director de Programas y Proyectos de la Fundación Mundo Sano detalló que «la transmisión del Chikungunya es muy similar a la del dengue y -como por ahora no hay vacunas preventivas- la conducta preventiva recomendada es evitar las picaduras de mosquito.»
Para quienes viajan por zonas endémicas, las mejores opciones para protegerse son:
– Evitar las picaduras.
– Usar mangas y pantalones largos con zapatos cerrados,
– Colocarse frecuentemente repelente de mosquitos.
– Utilizar telas mosquiteras en los hogares.
– Consultar ante una fiebre alta y dolores articulares.
– No automedicarse.
La doctora Enría agregó que hay que estar atentos durante 1 a 3 semanas tras regresar de alguna zona endémica, porque ese es el tiempo normal de incubación.
«Los síntomas más comunes son fiebre alta y dolores articulares severos y si éstos aparecen sobre todo tras un viaje, hay que evitar tomar analgésicos y consultar con el médico. También es bueno comentarle que se estuvo en alguna región con circulación del virus, para simplificar el diagnóstico.»
«Pero para combatir el problema de base de la llegada de este virus, lo central –tal como ocurre con el dengue- es evitar la formación de criaderos de mosquitos que se forman sobre el agua estancada. Y para eso hay que descacharrar los patios y las zonas aledañas a las viviendas», resumió Abril, de la Fundación Mundo Sano. El experto agregó: «esta prevención debe ser un trabajo central de la comunidad porque al reducir los criaderos de mosquitos que transmiten el dengue, también estamos ayudando a luchar contra el Chikungunya.»
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