A 106 años de su descubrimiento, la Argentina está a medio camino en el combate contra la enfermedad de Chagas. Nueve provincias lograron la certificación de la Organización Panamericana de la Salud que indica que ya no hay transmisión de esa infección a través de las vinchucas. La última en conseguirlo fue Tucumán. Pero aún faltan que San Juan, Corrientes, Salta, Formosa, Chaco, Catamarca, Mendoza, La Rioja, el norte de Córdoba y parte de Santiago del Estero (que ya logró certificaciones en seis de sus departamentos) consigan que la infestación de las viviendas con vinchucas se acerque a cero y que tampoco haya nuevos casos de menores de cinco años con la infección.
“La Argentina está en una etapa de transición en la lucha contra la enfermedad de Chagas. Por un lado, se pudo controlar la transmisión de la infección a través de las vinchucas en 9 provincias, pero aún hay que seguir trabajando en las otras provincias que no tienen la certificación y que son las que están en mayor riesgo”, dijo a Clarín Roberto Chuit, investigador en Chagas del Instituto de Investigaciones Epidemiológicas de la Academia Nacional de Medicina. Para acentuar el control, Chuit opinó que hay que mantener constante el uso de insecticidas contra las vinchucas dentro de las viviendas, y la vigilancia para detectar nuevos casos en centros de salud.
Este viernes, será el Día Nacional por una Argentina Sin Chagas, que fue establecido por una ley del Congreso que fue sancionada el año pasado, y hay actividades científicas y comunitarias para concientizar sobre la existencia de la infección. Por la vía de transmisión de la vinchuca, por transfusiones de sangre no controladas del pasado, o por la transmisión de madre a hijo durante el embarazo, hoy hay 1.350.000 infectados por el parásito que causa la enfermedad de Chagas, según la última estimación del programa específico del Ministerio de Salud de la Nación. Sí, hoy en pleno siglo XXI, hay más de un millón de personas en la Argentina con la infección. Representan el 23,6% de la cantidad total de infectados que se calculan que hay en el mundo. En el año 2000, había 2 millones de infectados en el país. La enfermedad era endémica de América Latina en 1909, cuando el médico brasileño Carlos Chagas la describió por primera vez, y luego el argentino Salvador Mazza realizó sus trabajos pioneros. Con las migraciones que hubo durante las últimas décadas, hay infectados en los Estados Unidos, Canadá, Europa, Japón, y Australia, y la enfermedad empezó a ser una preocupación mundial. Hay 5,7 millones de infectados en el planeta, según la OMS.
El mejor control de las vinchucas produjo otro cambio en las provincias que ya tienen la certificación: la principal vía de transmisión empieza a ser la de madre a hijo. Se sabe que el 3,5% de las embarazadas están infectadas por el parásito. El 4% se lo transmite al hijo, y así nacen por año 1.200 bebés con Chagas congénito. “Si más mujeres fueran diagnosticadas y tratadas a tiempo o si más bebés fueran tratados después del nacimiento –advirtió a este diario Marcelo Abril, director de programas de Mundo Sano, en el arranque de un simposio sobre enfermedades desatendidas–, los casos de Chagas se reducirían. La meta es evitar nuevas infecciones”.