No sólo trastornan el sueño y causan molestas ronchas. Al picar, transmiten enfermedades peligrosas como el dengue, que ahora vuelve a preocupar. Para estar a salvo, vivir en un hogar libre de mosquitos es clave. Y la buena noticia es que resulta posible, incluso en esta época del año en la que parecen imparables.
Aunque la idea de erradicar a los mosquitos suele verse asociada en la televisión a vistosos operativos de fumigación, para mantener lejos a estos bichos no es necesario que nadie rocíe el jardín con insecticidas.
Algo así, de hecho, sería de poca ayuda ya que esos químicos sólo matan a los ejemplares adultos, pero no a los huevos ni a las larvas. En cuestión de horas, entonces, los mosquitos volverán a multiplicarse y picar.
Lo que de verdad resulta efectivo, según los expertos, es que cada vecino ponga en práctica una batería de medidas de prevención sencillas y mayormente gratuitas.
Por qué los mosquitos aman nuestros hogares
Manuel Espinosa, responsable del Departamento de Enfermedades Transmitidas por Mosquitos de la Fundación Mundo Sano, indicó a Clarín que el mosquito que más debería preocuparnos es el Aedes aegypti, por ser el transmisor del dengue, el zika y el chikungunya.
«En Buenos Aires los picos de población de se registran desde octubre y hasta mayo o junio, aunque las medidas de prevención deberían mantenerse siempre», consideró.
El biólogo explicó que, contra lo que suele creerse, el Aedes aegypti es un mosquito urbano y doméstico. «Habita en nuestras viviendas principalmente. En los patios, jardines y balcones, o incluso en el interior de las casas y los departamentos».
¿Por qué los mosquitos prefieren instalarse en nuestros hogares? Según Espinosa, porque en ellos suelen encontrar lo que más necesitan:
- Fuentes de sangre para poder producir huevos: es decir, seres humanos a quienes picar.
- Ambientes frescos y refrigerados para refugiarse del calor extremo, que los mataría si estuvieran a la intemperie durante el día.
- Recipentes y lugares con agua quieta para poner sus huevos y reproducirse.
«Tendemos a dejar un montón de cosas tiradas a la intemperie sin tomar conciencia de que, cuando se mojan, se convierten en criaderos de Aedes aegypti. Todo depósito de agua que dure al menos una semana será un criadero», advirtió.
Las 7 medidas más efectivas para vivir sin mosquitos en el hogar
Teniendo en cuenta esto, los especialistas de Mundo Sano y del Ministerio de Salud de la Nación recomiendan:
1. Eliminar objetos y recipientes que junten agua. Grandes y pequeños, dentro de la casa y en patios, fondos, balcones y terrazas. Desde latas, botellas abiertas, baldes y bidones hasta neumáticos, electrodomésticos viejos y trozos de plástico o lona. Si no se los puede descartar, que al menos queden dados vuelta, bajo techo y controlados para que no acumulen agua.
2. Limpiar seguido todo lo que junte agua. A los recipientes que no se pueda eliminar, vaciarlos cada tres días y lavarlos con detergente frotando bien sus bordes y paredes con una esponja o cepillo para quitar los huevos de mosquito que puedan estar adheridos. Es clave hacer esto con portamacetas, floreros, bebederos de mascotas y colectores de agua de aires acondicionados.
3. Controlar los desagües. Para que no se vuelvan criaderos lo mejor es cubrirlos con tela mosquitera. O bien tirar agua hirviendo por la rejilla una o dos veces por semana para eliminar huevos y larvas.
4. No descuidar las piletas. Para que los mosquitos no pongan huevos en sus bordes es clave aplicar cloro en el agua cada noche, así como filtrarla. Y al terminar el verano, hay que evitar que acumulen agua de lluvia. Las piletas de lona deben ser desarmadas, limpiadas, secadas y guardadas bajo techo hasta el próximo año.
5. Atención a las canaletas. Hay que revisar que estén siempre despejadas, al igual que los desagües de lluvia de los techos. Muchas veces quedan bloqueadas por hojas y ramas que caen de los árboles, y se generan charcos que los mosquitos usarán para reproducirse.
6. Alertar a los vecinos. Eliminar a los mosquitos Aedes aegypti no es una tarea individual, sino comunitaria, ya que basta con que una casa tenga criaderos para que esos mosquitos lleguen rápidamente a las viviendas que están alrededor. Por eso, habrá que convencer a quienes viven cerca para que también tomen las medidas de prevención.
7. Colocar barreras físicas. Aunque todo lo anterior reducirá sensiblemente la cantidad de mosquitos en la zona, algunos podrían quedar. Como los Aedes albifasciatus, que no transmiten dengue pero logran anidar en simples charcos de agua de lluvia. Por eso, también servirá instalar mallas y cortinas mosquiteras en todas las puertas y ventanas.
Qué más se puede hacer para prevenir las picaduras de mosquito y el dengue
–Usar ropa clara. En lo posible, si la temperatura lo permite, cubriendo brazos y piernas.
–Ponerse repelente. En especial mientras se está al aire libre, y reaplicándolo cuando haga falta. Los más difundidos son los basados en DEET, un químico que debe usarse con moderación. Como alternativa hay productos con sustancias naturales no tóxicas, como el aceite de citronela.
–Usar repelentes ambientales. Si entraron mosquitos al hogar, recurrir a tabletas ayudará a proteger un dormitorio durante la noche. Y los espirales servirán para ahuyentar a los mosquitos en lugares bien ventilados.
–Protegerse con tules. Ideales para la noche, colocar redes mosquiteras sobre camas y cunas impedirá a los mosquitos picar a quienes duermen adentro.
¿Tengo dengue? Cuáles son los síntomas y cómo actuar
El dengue genera en las personas fiebre acompañada de padecimientos como dolor de cabeza, dolor muscular y de articulaciones, náuseas y vómitos, cansancio intenso, conjuntivitis, pérdida de apetito y erupciones en la piel.
Ante la aparición de esos síntomas, la primera recomendación es no automedicarse con analgésicos o antifebriles, ya que eso podría inhibir los síntomas. La indicación es llamar a un médico o ir a la guardia de un centro de salud cuanto antes.
Argentina, 10 de marzo de 2023.
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