El principal medicamento que se utiliza para tratar a pacientes con la enfermedad de Chagas, benznidazol, que comenzó a producir este año Argentina, está disponible a través de un programa nacional y también planes provinciales y ya se exportó a España, informó el consorcio público privado que lo fabrica.
El dato fue aportado por especialistas en el Simposio Internacional sobre Enfermedades Olvidadas, organizado por Mundo Sano en Buenos Aires la semana pasada.
El medicamento, cuya producción había sido discontinuada a nivel global y no estaba disponible, se comenzó a producir en el país por una iniciativa público-privada impulsada por el Ministerio de Salud de la Nación, de la que participan Mundo Sano y las farmacéuticas Maprimed y Elea.
En una mesa redonda titulada «El caso del benznidazol como experiencia de articulación», coordinada por Graciela Ciccia, directora de vinculación tecnológica del Grupo Insud, los actores de la iniciativa confirmaron la disponibilidad del medicamento a través del Programa Nacional de Chagas, planes provinciales y droguerías.
Además, ya se exportó el primer lote a España, y organismos y organizaciones de pacientes de Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Australia, Colombia y Bolivia solicitaron partidas para seguir con sus tratamientos.
«Nos pone muy orgullosos cuando vamos a encuentros internacionales y se habla del ?benznidazol argentino’, porque esto significa que el esfuerzo que hicimos aquí ya se reconoce internacionalmente», afirmó Silvia Gold, presidente de Mundo Sano y una de las panelistas de la mesa.
Luis Ferrero, gerente de la línea de enfermedades desatendidas del Laboratorio Elea, indicó que el benznidazol ya está siendo producido a escala industrial bajo el nombre de Abarax, en comprimidos de 50 y 100 miligramos.
«La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud ya han incorporado al Abarax a la lista de medicamentos esenciales para, eventualmente, cubrir las demandas de países donde el Chagas es un problema de salud pública», indicó Ferrero.
Por su parte, Sergio Sosa Estani, director del Instituto Nacional de Parasitología Fatala Chabén, indicó que «era imprescindible contar con el medicamento para no discontinuar los programas de tratamiento en marcha y poder sumar nuevos pacientes».